miércoles, 20 de mayo de 2009

Naciendo en el Infinito


Nuestro cosmos es inmensamente amplio…
Boca abajo miras hacia el centro de la tierra,
Me enredo lentamente entre tus piernas,
Para formar figuras extrañamente perfecta…
Cierros los ojos y me sumerjo suavemente
En tu aroma… me sumerjo también
en tus cabellos que enlazo con la punta
de mis dedos.

Ingenua de mis deseos te busco,
en los estrechos caminos de este vinculo…
Acaricio tu espalda con mi húmeda lengua
para darte escalofríos
y un poco de dulzor
que enciende aun más la llama
de esta luz que encandila mi alma.

Juego con mis piernas
y corro hacia el infinito,
Te veo ahí,
en el umbral de una pequeña puerta
Que solo tú y yo conocemos
para escapar del mundo real…

Sonrío al verte tan cerca…
al ver que me esperas para cruzar,
enredado en las cadenas
que se han formado con mi cabello…
Tus manos me encuentran
y hacen florecer
Cada rincón de caminos existentes…

Me detengo en un punto
de la inmensa oscuridad
que ahora me envuelve.
La noche trae consigo la oscuridad
–reflexiono-
Pero nada impide que logre ver tus ojos,
sentir tu fuerte mirada…
Mirada que limita en la eternidad…
mirada que encanta mi vida…