lunes, 25 de febrero de 2013

Monólogo Melancolía III

Definitivamente es muy desagradable encontrarme contigo cuando no te busco. En las hojas que escribí, en las frases que inventé, en momentos deprimentes, sobre un colchón, una calurosa mañana santiaguina, sin ganas de dormir, con ganas de huir de estas paredes tan conocidas, boca arriba, mientras tu espalda dibujaba con lunares gestos de burla y tu placidez que no hacía más que irritarme.

Confieso que tuve muchas ganas de matarte, de apretar tu cuello mientras teníamos sexo o, quizá, ahogarte con una almohada mientras dormías sin conciencia, empapado de sudor, muchas veces ebrio, con un horrible silencio que me dijo más que tus palabras.