lunes, 31 de octubre de 2011

Nadie es de nadie

¡El amor es anarquía, es libre! 
La posesión es un sentimiento mentiroso, venenoso,
la necesidad de poseseer
es egoísmo y pérdida de autonomía.

Tengo miedo de sentir la necesidad posesiva del otro,
la necesidad errada del sujeto ajeno…
ni siquiera me siento dueña de mi misma,
pues a veces no me entiendo, ni me encuentro…

Siempre estoy de madrugada...
 intentando explicarme:
¿Por qué se sienten esos fuertes deseos de anular?
esos implacables deseos 
de que el otro se anule
de dejar que se me anule.

La posesión del otro enlaza 
/además/
la pérdida del sí mismo
De ese sí mismo no siempre agradable
Y nunca perfecto.

De ese yo 
hecho de fracasos y miedos,
de felicidades efímeras,
de un circulo pequeño.

La subjetividad no es el mayor enemigo del sujeto,
la visión propia castrada, lo es,
es una de las tantas muertes,
muerte silenciosa, pero efectiva.

Falicidio.

El asesinato del “falo” no implica el asesinato del hombre –entendiéndose hombre como género- más bien el hecho radica en la muerte de la visión prácticamente divinizada que existe hacia él, la figura patriarcal que ejerce violentamente sobre nosotros. Con esta muerte “simbólica” se puede construir una visión del “conjunto” (hombre-mujer), en donde las diferencias, que son indispensables, no actúen como una condicionante negativa, sino que por el contrario, complementen esta interrelación entre ambos.

sábado, 29 de octubre de 2011

Maldita primavera.

Los días vacíos, sin aire.
Las noches son claras.
Soy esa ave sin alas
Y esa sombra sin objeto…
Mi vida es un espejo perpetuo de muchas otras
¿Muchas otras?
En algún momento le tomé miedo a respirar,
Todo va muy rápido
Y necesito acelerar el paso.

Estoy estática dentro del movimiento,
Tengo nauseas de lo que hay en mí
Y vomito letras amargas y sin sentido.
Necesito explicar esto que no entiendo
Y entender los paradigmas de mares violentos,
La decadencia sin forma
Y el amor sin sustancia…

He tenido muchas muertes
Y he nacido otras tantas…
Lo mejor de morir en vida
Es que tienes otra oportunidad,
No de remediar los errores,
Más bien de cometer otros –quizá peores-

En este torrente sanguíneo aprendí que
Tengo un salva vidas escondido en las entrañas
Que me ha costado mucho encontrar
Y que una taza de té cura todos los males mundanos.