miércoles, 23 de junio de 2010

Tratado de la libertad


Después de leer un poco esta tarde para despejar los pensamientos me detuve a pensar en los universales, está muy claro que pensar en ellos como verdad absoluta sería muy idealista de mi parte, por ende, me pareció interesante de parte del filósofo inglés John Locke hablar de tipos de universales, es decir, de cómo llevamos estos universales a lo concreto, a lo tangible. El habla específicamente de la Libertad. Es difícil coincidir en una percepción o concepción que cada individuo posee de esta, mas, sin llegar a acuerdos hipócritas y forzosos, estamos de acuerdo con Locke que en lo más profundo de nosotros la deseamos como parte de una naturaleza propia, genética. Lo que no concordamos, con estas perspectivas contractualistas y eurocéntricas, es que esta necesidad del ser humano, por alcanzar tan cuestionado universal, sería parte de nuestros ideales modernos, de nuestro cambio de convicciones que devienen con el espíritu absoluto de la historia, del progreso, del iluminismo racional, del hombre blanco y su cultura ilustrada, yo sinceramente me atrevería a decir que como especie hemos nacido o estamos destinados a ser libres, a morir o matar si es necesario por la libertad de ser.
Hoy en día, al parecer, en este mundo que oscila entre la modernidad y la posmodernidad, nos cabría la leve (o desmesurada) impresión de que la libertad es cualquier cosa menos lo que es. Sumisos y sometidos cumplimos con nuestras obligaciones, peleamos por alcanzar un puesto “favorable" en nuestro querido sistema, sistema que pareciera nadie gusta mucho de él, pero aun así disfrutamos de sus múltiples beneficios plásticos, libertades individuales. Sonrientes queremos aplastar al otro, extasiados daríamos la vida por gritarle al mundo que somos felices, que tener un auto es mejor que tener dignidad, que los líderes son un poco imbéciles, pero, ¿qué importa?, si somos todos estúpidos, unos estúpidos civilizados… modernos, distinguidos animales de cuello, corbata y tacones destruyendo todo a su paso.