lunes, 31 de octubre de 2011

Nadie es de nadie

¡El amor es anarquía, es libre! 
La posesión es un sentimiento mentiroso, venenoso,
la necesidad de poseseer
es egoísmo y pérdida de autonomía.

Tengo miedo de sentir la necesidad posesiva del otro,
la necesidad errada del sujeto ajeno…
ni siquiera me siento dueña de mi misma,
pues a veces no me entiendo, ni me encuentro…

Siempre estoy de madrugada...
 intentando explicarme:
¿Por qué se sienten esos fuertes deseos de anular?
esos implacables deseos 
de que el otro se anule
de dejar que se me anule.

La posesión del otro enlaza 
/además/
la pérdida del sí mismo
De ese sí mismo no siempre agradable
Y nunca perfecto.

De ese yo 
hecho de fracasos y miedos,
de felicidades efímeras,
de un circulo pequeño.

La subjetividad no es el mayor enemigo del sujeto,
la visión propia castrada, lo es,
es una de las tantas muertes,
muerte silenciosa, pero efectiva.

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