domingo, 4 de diciembre de 2011

Una taza de té.

Tengo una taza de té sobre el mueble que está junto a mi cama. El té que está dentro de la taza está algo frío, está amargo. Mientras tomas una taza de té se pasean insinuantes las historias. Tengo una taza de té y delirios por montones, delirios e imágenes mitómanas que fabrican sombras inagotables. Las imágenes se follan a mis neuronas y éstas se entregan. Todos los días hay una taza de té y unos cuantos recuerdos dentro de ella, me gusta el té de hojas, amargo y tibio, con cascaras de naranja y hojas de cedrón.

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