sábado, 4 de diciembre de 2010

De la ausencia a la melancolía


prefiero odiarte toda la vida a amarte en la ausencia.
El egoísmo en las letras está claro,
¿mas no es tu ausencia también un egoísmo latente?
eso es lo que mi conciencia entiende.

Las ganas de encontrarte sin saber hacerlo
/ni lograrlo/
convirtió este amor florido
En un odio podrido, mal oliente…

Una vez pensé que sólo en tus brazos y en tu cama
Mi bestia descansaba…
lo era /al menos/
en los mejores tiempos…

La realidad distaba del recuerdo,
Fui a tus brazos 
una noche de risas
desvelos, alcohol y luces blancas…
no encontré nada…
sólo un torpe zigzagueo y 
a un desconocido hambriento 
de mi cuerpo y del instante.

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